Como dueño de un restaurante, debes saber que la hospitalidad puede marcar una gran diferencia entre tu establecimiento y el de la competencia.
¿Buscas la manera de mejorar el comportamiento de tu staff para ver beneficios en tus ventas? ¿Quieres motivarlos para que trabajen de mejor manera y más predispuestos?
Aunque varios restaurantes ofrezcan un menú parecido, un trato amable que haga sentir a los comensales especiales puede determinar quién será el que elijan los clientes o consumidores.
¿Sabías que tanto la forma de dirigirse de tu personal de cocina como su postura corporal y gestos influyen en cómo tus clientes perciben tu servicio?
En este artículo vamos a contarte algunas recomendaciones para que sepas cómo abordar a tu personal y ver si es factible motivarlos, cómo hacerlo y así notar la eficiencia en su rendimiento durante su jornada laboral.
En ese sentido, es importante procurar que el personal de cocina cuente con un lenguaje corporal adecuado y una entonación amigable y cercana. Para lograrlo, debes determinar cuáles son las características que buscas en tu equipo de cocina, comunicarlas a los integrantes y proveer un modelo para dicho comportamiento.
Por supuesto, que esto es solo en líneas generales. Descubre detalladamente cómo podrías cambiar la forma de actuar de tu personal de cocina en los tips que te sugerimos a continuación. ¡Presta atención!
1. Ten en cuenta que no podrás cambiar el comportamiento de todos
Aunque puede sonar un poco contradictorio, lo primero que debes tener en mente es que no podrás cambiar a alguien que no quiere hacerlo. Por más que le hagas saber a una persona de tu equipo que está incurriendo en un comportamiento que no es el más correcto, si esta no lo reconoce y no quiere cambiarlo, es muy poco lo que podrás lograr.
En muchos casos, la recomendación es no insistir e invertir tiempo y recursos en aquellos que están dispuestos a escuchar tus sugerencias y posteriores consejos. Si te preguntas cómo saber quién en tu personal de cocina podría estar dispuesto a cambiar su forma de actuar, es muy sencillo.
Primero, debes tener una conversación con el integrante de tu equipo. Procurando que sea en un ambiente casual, ya sea al salir del restaurante o en una cena informal, preguntar si ha notado cómo incurre en cierto comportamiento y sugerir cómo podría cambiarlo.
De acuerdo a su respuesta y reacción, podrás o no continuar al siguiente paso. Si su respuesta es que no lo había notado, que no es cierto y que no tiene idea de lo que estás hablando, lo mejor es no insistir a menos que tú decidas que quieres invertir tiempo en esa batalla, dada la importancia de la persona en el equipo.
Por otro lado, si su respuesta es que se ha dado cuenta del problema, que está trabajando en él, pero que ha tenido problemas para mejorar, podrán continuar y trabajar conjuntamente.
2. Conecta el nuevo comportamiento con un beneficio
Una vez hayan hablado del nuevo comportamiento a adoptar, debes ayudar al miembro del equipo a que lo conecte con una de sus metas. Si bien es cierto que la lealtad y la fidelidad son valores importantes a trabajar con el personal de tu restaurante, al relacionar una forma de actuar con un beneficio personal o laboral obtendrás mejores resultados.
Para hacerlo, necesitarás conocer las metas a corto y largo plazo de tu equipo, así como si estas están vinculadas a crecer en el negocio de los restaurantes o no. Es esencial que los guíes y enseñes en cómo cambiar su comportamiento puede ayudarlos en su vida general.
Por ejemplo, si estás interesado en conseguir un trato más hospitalario, bien sea al sonreír más o con un trato más cercano, debes ser capaz de conectar esto con una meta personal como sería mejorar tus comunicaciones interpersonales o una meta laboral como ser capaz de atender público de restaurantes, hoteles, bares, entre otros.
3. Provee un modelo del nuevo comportamiento
Una vez comunicado el problema y encontrada una manera en la que el miembro de tu equipo se sienta motivado a realizar cambios en su comportamiento, es hora de presentarle un modelo de cómo te gustaría que actuara.
Dependiendo de lo grande que sea el restaurante, esta será tu tarea o la de otras personas a las que ya hayas entrenado o contratado para ello. En general, el trabajo de una figura modelo consiste en moldear el comportamiento del personal, de modo que este pueda diferenciar la forma en la que lo estaba haciendo y cómo debería hacerse.
Es un acompañamiento que consiste en mostrarle, por ejemplo, cómo debe comportarse frente a los clientes; mostrarse feliz, sonreír con frecuencia y naturalidad, interactuar casualmente, entre otros.
4. Da un feedback positivo y negativo según sea el caso
A pesar de lo esencial que es dar un feedback positivo y negativo, este suele ser el momento en el que se cometen más errores. La mayoría de las veces estos ocurren porque se intentan dar recomendaciones a aquellos que no reconocen lo que están haciendo incorrectamente, no quieren cambiarlo y, por lo tanto, no nos han dado el permiso de instruirlos.
Sin embargo, esto no sucederá si te has encargado de poner en práctica los pasos anteriores. Al haber comunicado el problema, conectado con el objetivo personal y fijar o ser un modelo, tendrás pleno permiso de continuar el proceso de coaching.
En este escenario, lo que queda es observar el comportamiento y dar un feedback positivo o negativo dependiendo del caso:
- Si has notado una mejoría, dar un feedback positivo puede motivar, aumentar su confianza y propiciar un crecimiento profesional.
- Si has notado un retroceso o que se están cometiendo algunos errores, dar un feedback negativo, pero de forma positiva, puede propiciar una relación de confianza y no de control, así como una mayor integración y desarrollo de actividades.
Una forma de dar una retroalimentación negativa (de forma positiva) sería “Creo que puedes encontrar una mejor alternativa” a “esto está mal”.
5. Ayuda al equipo a adoptar permanentemente el nuevo comportamiento
Finalmente, es importante que ayudes a tu equipo a fijar el nuevo comportamiento. En los primeros meses, tu personal aún podría sentirse inseguro por no haber aprendido del todo cómo debe actuar, por lo que debes estar presente y regularmente hacer observaciones y recomendaciones.
Si, por ejemplo, te reúnes semanalmente con este miembro del equipo en el restaurante, abórdalo casualmente y menciona lo bien que lo ha estado haciendo, cómo su trato ha cambiado y cómo esto puede ayudarlo a alcanzar su meta personal.
Del mismo modo, en caso de posibles errores e inconsistencias, asegúrate de mostrarle apoyo, reafirmar tu confianza y recordarle todo lo que puede conseguir.
A pesar de ser el último, este paso es crucial para un verdadero cambio en el comportamiento de tu personal de cocina. Sin un seguimiento, perderías los avances logrados en los pasos anteriores, lo que causaría recaer rápidamente en los viejos hábitos.